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106 poemas, 106 monstruos

Atolón de Andrea Doria

El sueño de la razón produce monstruos. Hidalgo

 Después de un largo periodo de reposo y pensamiento he vuelto con algunas ideas materializadas. Hubo muchos días en que las ideas jugaban saltonas, las palabras se extendían y las atendía, más allá de la intención, aparece la realidad que me importa menos y más. Finalmente desecho todo porque me parece que no es lo que quiero, peleo con lo que escribo y todo queda como en el principio.

Tengo que agradecer a los amigos que acompañan mi locura, leen y critican; me dan empujones para seguir desnudándome, mostrar la herida, el vacío insoportable, las alegrías, los sueños que se visten con palabras. A todos aquellos que alguna vez se han topado con los mamarrachos que escribo: Muchas gracias.

Hace algunos meses estoy viajando a través de pensamientos y poesías; a mí antes no me gustó hacer poesía, me parecía cursi; ahora noto que me fluyen en los espacios y las letras avanzan y retroceden, me obligan a recorrer lugares en que lentamente me sumerjo. Algunos días la imaginación se pelea conmigo y se va, pero regresa excitada, agradecida llena de recuerdos y momentos cargados de emociones y un poco de sensibilidad.

Aristóteles dijo que " La poesía es más que la filosofía. Pues, mientras la historia tan sólo narra lo que ha sucedido, la poesía cuenta lo que siempre puede suceder: nos enseña a ver lo universal en el hacer y padecer humanos"; en este sentido numerosos pensamientos, mundos y actitudes se convierten en estímulos de mi vivacidad e imaginación de este Atolón  y viaje que hoy me ocupa. Quiero reivindicar el valor estético de escribir poesía en la medida que las mías puedan ser vistas y comprendidas según múltiples perspectivas, permitiendo una gran riqueza de resonancias.

He vuelto, y como ejercicio de constancia estaré en mi Atolón recorriendo mi intimidad, mi imaginación lentamente, palmo a palmo, encontrando más allá de la métrica, el ritmo, ese ritmo innato, misterioso, que me obliga al recuerdo, al desfile de imágenes despojadas por el manto cotidiano, permitiendo ver más allá, imaginar un más acá. Crear, re-crear, armar cada historia siguiendo el hilo sutil queriendo involucrarlos.

Imagen y emoción, palabra y evocación, queriendo llevarlos a un juego mágico y seductor donde la sensualidad y el erotismo tocan todos los sentidos. Imágenes que en mi mente se huelen, se tocan, se miran, se sienten, obligándome a sentir ese ritmo misterioso de emociones y sentimientos y como dice Holderlin " Todo no es más que ritmo celeste, como toda obra de arte es un ritmo único". Sin embargo, seguir tras ese ritmo en polaridades contrastantes es para mí recorrer la vida del hombre, el amor, la soledad, la alegría, la naturaleza, los inicios, el dolor como evidencia de hacer y el padecer humanos.

Así me propongo seguir ese ritmo pensando en ustedes mis queridos navegantes palabra a palabra, recuerdo tras recuerdo... encontrando la pausa donde se quedan algunos días suspendidos los suspiros como una respiración entrecortada o los anhelos como una huella avejentada, pero seguirlo. Como propósito de tener disciplina para adelantar y materializar otros proyectos de viaje y escritura que me ocupan los pensamientos. El regreso a Colombia, por ejemplo, a Capurganá.

Al final, no hay final, espero zambullirme, desvanecerme y quedarme; porque estoy casi segura de escuchar unos pasos... pasos que no sé si van o vienen, pero me inspiran en otra manera de viajar.

No Llores Camaléon

En tanto una lágrima fría
quema la cara
no respiro
y la flor regala su color
a un intrépido camaleón
que pinta acuarelas tristes
Desolada la hoja cae
danzando
sin ritmo
sin suspiro
con la lágrima fría
como esta herida
                                            

Amapola triste 

La isla era 
blanca
y ella guardaba su acuarela 
en la cueva de las hadas
la pintura era una amapola
hecha con 
pinceladas de lagrimas
era brillante
como la arena
un espejismo 
como la poesía 
de la lluvia
que bailaba en un rincón
aburrida
como un bostezo a medio día
era una amapola triste
y blanca
como la isla.

  


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Bien viento! 

1 comentario:

Es tu arrecife de coral y aquí dejas tu huella marinero...